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21 nov 2017

Cuando la fruta es golpeada...

Foto propia

“Cuando la fruta es golpeada,
aunque sea levemente,
por ahí madura antes que el resto,
tanto de su cuerpo como del conjunto,
lo cual acelera el deterioro previsible
en lo que es percibido
como envejecimiento.

La zona afectada pierde lustre
mermando la idoneidad ante su consumo
y al ser percibido como menos atractivo
ya no es objeto ni de expectativas
lo cual motiva una exclusión instintiva.

Pero me llama la atención
que si esto es así con la fruta
algo similar sucede con la persona
y sus indeseables golpes vitales
porque es inevitable que a todos
nos sucederán cosas.

En la persona las fracturas crean cayo oseo,
las heridas dejan huella epitelial, cicatrices,
las agresiones, secuelas psicológicas,
y todo viene a ser
como endurecimientos de la zona afectada
cuya función es fortalecerla y prepararla
ante nuevas agresiones.

Cierto es que la fruta no se regenera
pues su función es sólo madurar
pero el cuerpo y la mente responden
y ante la agresión aportan elementos
creando una barrera en el punto débil
convirtiéndolo en una realidad que ya no es...
tan accesible,
pero ello, como sucede con la fruta,
merma la idoneidad ante su contacto
transmitiendo falta de expectativas
lo cual motiva una exclusión instintiva
que auto-alimenta una espiral
de roces, golpes y posicionamientos.”

1 comentario:

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Os presento los audios en los que he dividido un ensayo que espero os cale. Aunque está ordenado desde el último al primero, aconsejo empezar por el principio.