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2 ene 2018

Ese puerto desde el que uno parte...

Foto propia

“Ese puerto desde el que uno parte
que ni es elegido ni querido,
sino sólo inicio,
ha de ser ese punto de partida
para quien por su inquieto espíritu
el horizonte atraiga cuan cántico de sirenas
y aunque aún no se den las condiciones
el que ese ímpetu posee,
aunque esté reo… viaja.

Habrá quienes deban allí permanecer
ocupándose de mantener gestionados
haciendas, hogares, familias y memorias
procurando que quienes regresen
encuentre confortable y agradecido
el abrazo del pasado.

Pero al que retorna le surge la añoranza
por lo vivido y por la experiencia acumulada
comprendiendo que si ello agasaja y reconforta
es porque es el bendito puerto
desde el que ni querido ni elegido se partió
regresando a un mundo donde quizá
tras conmemorar el feliz reencuentro
relajarse con comida, cama y afecto
recomponiendo el desgaste implícito
que todo viajero acumula en sus vértebras.

Es entonces cuando terminado ese viaje
el compromiso de uno se decanta
y para los tiempos venideros su experiencia
formarán parte de ese puerto
desde el que serán inicio para los ímpetus
que por él estén repercutidos
y ni elegido ni querido encuentren en este
el punto de amarre de su inicio.”

Dedicado a Juan Antonio Cánovas Sánchez.

Inicio este 2018 con este poema en la línea de fractalidad, inspirado por un el poema inspirado a su vez en del Viaje a Itaca que transcribo tal cual me lo hicieron llegar.

ITACA.


Si vas a emprender el viaje hacia Itaca,
pide que tu camino sea largo,
rico en experiencias, en conocimiento.
A Lestrigones y a Cíclopes,
o al airado Poseidón nunca temas,
no hallarás tales seres en tu ruta
si alto es tu pensamiento y limpia
la emoción de tu espíritu y tu cuerpo.
A lestrigones ni a cíclopes,
ni al fiero Poseidón hallarás nunca,
si no los llevas dentro de tu alma,
si no es tu alma quien ante ti los pone.

Pide que tu camino sea largo.
Que numerosas sean las mañanas de verano
en que con placer, felizmente
arribes a bahías nunca vistas;
detente en los emporios de Fenicia
y adquiere hermosas mercancías,
madreperla y coral, y ámbar y ébano,
perfumes deliciosos y diversos,
cuanto puedas invierte en voluptuosos y delicados perfumes,
visita muchas ciudades de Egipto
y con avidez aprende de sus sabios.

Ten siempre a Itaca en la memoria.
Llegar allí es tu meta.
Mas no apresures el viaje.
Mejor que se extienda largos años;
y en tu vejez arribes a la isla
con cuanto hayas ganado en el camino,
sin esperar que Itaca te enriquezca.

Itaca te regaló un hermoso viaje.
Sin ella el camino no hubieras emprendido.
Mas ninguna otra cosa puede darte.

Aunque pobre la encuentres, no te engañara Itaca.
Rico en saber y en vida, como has vuelto,
comprendes ya que significan las Itacas.


2 comentarios:

  1. Un camino para recorrer disfrutando de él.

    Feliz 2018.

    Besos.

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  2. David lo importante es independientemente de lo que nos encontremos al final del camino nos guste mas o menos,que el recorrido del camino lo hayas disfrutado mucho y para regocijo de cada uno,que al volver la vista atras ,hayamos hecho un camino tan bueno que este lleno de transeuntes.
    Un abrazo y muchas gracias.

    ResponderEliminar

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Os presento los audios en los que he dividido un ensayo que espero os cale. Aunque está ordenado desde el último al primero, aconsejo empezar por el principio.