Imagen generada por la IA Gemini
"Hubo un tiempo
en el que no creía en magias,
ni lunas, ni duendes, ni orcos,
tan solamente en mi soledad
que esperaba a la esperanza
y daba vida a enanitos
que luchaban con sables piratas
entre los brazos de las lámparas
en el pasillo de mi casa
que tenía a la vista
desde la cama donde dormía
cuando yo era, no tan infante.
Los veía, era real, y luego soñaba
con un pulpo gigante
con enormes enfadados ojos
y entre los brazos de mis hermanos
despertarme zarandeado,
sudando y gritando
porque estaba lanzando un arpón
hacia el pico encorvado de ave
de aquel animal que quería devorarme
en medio de una terrible tormenta
en la superficie del Nautilus...
y todo por haber visto a escondidas
Cien mil leguas de viaje submarino.
Pero después, todo era silencio,
y la vida despierta era esperar
a estar en la suficiente intimidad
donde poder siempre imaginar
porque ello era mi realidad..."