Foto Propia
“Una sonrisa tras la cortina
de unos jóvenes párpados
que con inevitable candidez
aletean ante la premura
de mi proximidad.
En el transcurso de los segundos
desde que la percibo y desaparece
tras mi espalda girando su cuello
adornado por un blanco cable
que desde el oído colgaba.
Quizá lo que escuchaba
le hizo adoptar esa actitud
y no lo que percibí en la inmediatez
tal como sucede cuando
acordándote de alguna gracieta
al ir caminando te acuerdas
y no quieres que ningún transeúnte
se dé por aludido por tu mueca.
Seguro que fue por eso
y la vanidad me traicionó
pues no hay nexo común
más allá de haber coincidido
esos segundos
en ese contexto.”
Me impresionan tus versos tan reflexivos, amigo David, la verdad es que son para leer más de una vez.
ResponderEliminarUn placer leerte, amigo mío.
Besos y feliz tarde.
Éste me surgió como reflexión a mi percepción, de la que siempre soy crítico.
ResponderEliminar