que en las nubes descubrimos
las consigan porque nosotros
las conocemos y así las nombramos,
pues ellas nada de esto saben,
tan sólo se dejan arrastrar
por las leyes que las someten
y al mirarlas creemos encontrar
algo conocido
que vaya mas allá
de lo que realmente son.
Por esto, porque necesitamos
encontrar la trascendencia de todo
es por lo que la vida se convierte
en un cuadro que visto de lejos
podamos reconocer
y admirarnos en su contemplación.
Así que, cuando uno de los colores
resalta más que los otros,
o una de las formas
la vemos con mayor claridad,
o aparezca algo que obviáramos,
probablemente renunciemos
al cotidiano goce habitualcomo rechazo ante la abominación,
porque ya no es lo mismo
que uno antes aceptaba,
sino que cuesta reconocerse
como creador
de lo que adquiriendo vida
nos trasciende,
aunque sea la misma composición.
Si fuéramos nubes algodonosas
ninguna importancia tendría
pero como somos los nombrantes
le asociamos aquello que nos suscitepara que el sentido que adquiera
forme parte armónica en nuestro lienzo,
aunque la nube de esto
nada sepa."
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Nota: solo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.