“Hay quien ante un bebé...
como que la ternura que siente
le desborda en caricias
y los ojos y las cuerdas vocales
se acompasan con ciertas convulsiones
como benévolo síndrome de Stendhal
que convierten a ese cuerpo que uno es
en algo más que conocidos estereotipos
ya que la validez de esa vida
precisa lo que tan solo
con balbuceos o transparente cursilería
es primaria eficaz protección.”
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