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15 jun 2024

Ensayo determinación - libertad


Tengo la convicción de que todo está determinado, es decir que al igual que si mezclas agua con sal (cloruro sódico o NaCl) sólo puede producir agua salada, todo está así de determinado, es decir que al confluir los elementos físicos se produce la realidad.

Los seres humanos creemos que pensar así nos quita “libertad”, pero nada más lejos de la realidad ya que es la determinación la que introduce este concepto de libertad, ahora verás.

Nunca seremos capaces de saber lo que va a pasar, aunque dominemos los elementos que están confluyendo, porque siempre hay un porcentaje de incertidumbre que convierte a toda la situación en impredecible en algún grado. Normalmente decimos que si todo va como está planteado las cosas deberían salir como se planifican, pero esto lleva implícito un cierto grado de imprecisión, indeterminación e incluso de caos y aleatoriedad. Ciertamente hay quien domina esto muy bien con un alto grado de acierto.

La reflexión es que lo que llamamos libertad se produce dentro de unos límites, unos conocidos, otros obviados y otros desconocidos, pero no existe la total libertad, así que esa capacidad de elección de obrar como uno quiere, que es la libertad, no implica que puedas obrar de cualquier manera, pues los mismos límites en los que estamos embutidos ponen barreras para obrar.

Bien, aunque no lo controlamos todo, la realidad contextual nos repercute constantemente invitándonos a actuar, lo cual es para nosotros una inquietud constante, unas veces será hambre, sed, cansancio, etc., u otras resolver un problema de cualquier tipo, en fin que lo que sabemos es que lo que le falta a este escenario es cada elección particular porque genera el movimiento para que se produzca la realidad deseada, es decir, faltan nuestras acciones, las que sean necesarias, para llegar a la realidad que quisiéramos llegar.

Entonces, percibimos, sentimos y padecemos una inquietud vital de necesitar hacer algo encaminado a eliminar o mitigar esa desagradable sensación de indeterminación que nos produce “no estar bien”, que es donde vitalmente queremos estar. Esta inquietud, que engloba tanto nuestra parte biológica como intelectual, va encaminada a que nuestro ser entre dentro de ciertos márgenes de bienestar particular, que es nuestra determinación particular.

Reconocemos las cosas por sus límites que lo caracterizan y a las personas, animales y plantas también.

A veces nos generará nerviosismo, otras ansiedad, miedo, euforia, etc., todo ello son sensaciones que nos dicen lo fuera que estamos de nuestra normalidad, que tendemos a corregir por desagradables o excesivamente agradables, aunque nuestro ser tiene cierta tendencia natural a adaptarse a situaciones nuevas y con ello convertirlo en parte de sí mismo generando un cambio de nuestra determinación particular.

Esto apunta a que nuestro ser necesita la determinación, es decir, tener un margen de seguridad en el que desarrollar nuestras vidas. Así que no es que seamos libres sino que usamos de nuestra capacidad para generar un marco vital en el que estemos bien. Usamos de nuestra libertad para determinarnos en la dirección que vitalmente nos motive.

Entonces ¿por qué nos da miedo la determinación? Yo pienso que tiene mucho que ver con la cultura que nos ha impregnado con la idea de que ello es no tener libertad, porque hagas lo que hagas ya está determinado, lo cual conduce a depresión, desánimo o qué se yo… pero en realidad nuestra vida está determinadísima al tener que comer, beber, dormir, trabajar, relacionarte, pagar impuestos, desplazarte, etc., lo único que difiere de uno a otro es su inquietud, es decir, según sientas o notes que quieres hacer algo lo cual siempre será motivado por alguna necesidad, tras todo ello intentamos estar dentro de eso que concebimos como “estar bien”.

Una vez que entendemos este requerimiento vital, comprendemos que la libertad está encaminada a superar nuestras necesidades, por lo que el concepto de libertad se revitaliza y somos capaces de dirigirla más conscientemente, pero, habitualmente esto genera una confusión pues solemos centrarnos en lo que conseguimos y no en lo que elegimos, que normalmente ha de llevar a su obtención, pero no siempre es así, ya que de no conseguirlo es por falta de elementos coincidentes propios y/o ajenos.

Así, determinación y libertad no están reñidos pues usamos de nuestra libertad para conseguir nuestra necesaria determinación personal, que normalmente es un concepto muy complejo y exento de libertad.

Es decir que las necesidades fisiológicas, intelectuales, ambiciones personales e incluso pensar, sentir, tener emociones, pasiones, sentimientos, etc., … lo podemos imaginar como que algo ha incidido con el sensor de esa necesidad y esto ha generado una transmisión al cerebro, el cual genera la orden de hacer algo según considere que sea mejor para este cuerpo que rige, y cada cerebro tiene su propio instinto.

Es lo mismo que lo que sucede con los cinco sentidos, lo que incide en ellos es transmitido como sensaciones vitales, las cuales nos instan a movernos para alcanzar nuestro estado de determinación vital, a cada uno el suyo, así que usamos de nuestra libertad en esta dirección, para estar determinados.

Esta determinación personal puede cambiar según seamos capaces de comprender este asunto de que agua + sal da agua salada siempre y en todo lugar, pero las proporciones son individuales para cada uno y varían con cada etapa de nuestra vida.



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Os presento los audios en los que he dividido un ensayo que espero os cale. Aunque está ordenado desde el último al primero, aconsejo empezar por el principio.