“Seguro que te sería más placentero,
cuando entre prendas a probarte
me tuvieras de percha y consejero
y por mis gestos y reacciones
comprobaras, junto al indolente espejo,
que en ese espacio,
aunque arriesgadamente pequeño,
pudieras llenarte de emociones
atraídas por la pasión y la ternura
al sentirte no sólo bien aconsejada
sino cómo el deseo por ti
brota por mis poros
con cada gesto tuyo al desvestirte,
bien con seleccionada ropa superficial
bien sugerentemente íntima,
pues notarías como mis ojos te escudriñan
y mis inquietas manos temblarían al tocarte
en la imaginación que sólo tú
podrás llevar a la realidad
haciéndote sentir al extremo
deseada.”
cuando entre prendas a probarte
me tuvieras de percha y consejero
y por mis gestos y reacciones
comprobaras, junto al indolente espejo,
que en ese espacio,
aunque arriesgadamente pequeño,
pudieras llenarte de emociones
atraídas por la pasión y la ternura
al sentirte no sólo bien aconsejada
sino cómo el deseo por ti
brota por mis poros
con cada gesto tuyo al desvestirte,
bien con seleccionada ropa superficial
bien sugerentemente íntima,
pues notarías como mis ojos te escudriñan
y mis inquietas manos temblarían al tocarte
en la imaginación que sólo tú
podrás llevar a la realidad
haciéndote sentir al extremo
deseada.”
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Nota: solo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.