"Cuánta tontería hay,
mil represiones,
mil papeles mal repartidos,
cuánto chantaje injusto,
tanto daño voluntario
cuando lo que se quiere
es que en ello
la sociedad
a uno
le quiera.
Cuánta perversión crea
cualquier falta de libertad
y en vez de dar alas
en presos de conductas
llenos esos "qué dirán"
nos convertimos.
Con la edad, y los golpes,
todo se desengaña
y cuando la necesidad manda
la represión no tiene sentido
porque lo que se quiere
no solo es follar
sino que a uno le follen
y quedemos...
mas que bien.
Mil morbosidades nos alienan
y perjudican tanto la vida
que ya va siendo hora
de quitarnos todos lo velos
y reine la paz y armonía
propia de la libertad,
pues cada cual bien sabe
lo que bien quiere
incluso en el sexo."
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