Intentamos llenar nuestros vacíos...

 “Intentamos llenar nuestros vacíos

de nuestra conciencia existencial

con todo aquello que nos da respuesta:

sentimientos, emociones o lógicas,

empresas, ambiciones, proyectos,

ideas, sueños, deidades y demonios

todo vale

mientras aporten sentido

a esto que llamamos vida.

Entre las cuerdas del cuadrilátero

sentimiento y razón combaten

y rara vez en igualdad de condiciones

pues son frecuentes los golpes bajos

armados los puños con artilugios

cuyo impacto será más hiriente

y así ir a la lid confiado;

ora derecha de chantaje emocional

ora certeros ganchos de fantasías cegadoras

cuando no fintar con ágiles distracciones

intentando dar el golpe que tumbe

sabiendo que si lo abate diez segundos

es que ha triunfado por la fuerza

a las razones y motivos del contrincante

y alzar los brazos de ganador

pues bien por ko o por mayor puntuación

se es triunfador.

Así es que sentimiento y razón se baten

como si no hubiera un mañana

cada vez.

Pero bueno, creemos que todo tiene razón

y hacia un fin ha de dirigirse

porque nace desde unas causas

que otorgan la razón

y finalidad a todo.

No somos capaces de concebir

que la vida no tiene otra finalidad

más que ir superándose poco a poco

en cada forma que adopte,

a cada momento, en cada instante

y con la única finalidad de existir

como en combate entre eternos púgiles.

Creemos en verdad y mentira

en alto y bajo, en delante y detrás

pero nada de esto existe

más que en la ilusión de tener

puesto que así controlamos

la razón de estar completamente vivos.

Y todo es así, hasta con lo inerte

pues le otorgamos ser, esencia y espíritu

quedando identificados con una razón

y por ello están.

Es por eso que hemos creado

este mundo absurdo sobre controlado

no como el mundo de las hormigas

sino como si unos extraterrestres

hubieran abducido nuestro planeta

usándonos como autómatas programados

pero en las que nuestras vidas

no importan nada

porque una vez nos aniquilen

irán a otro sitio

quizá como ya hicieran en marte…

quizás.”