“Los faraones lo sabían,
y todos los reyes y mandatarios
pues quisieron ser recordados
ya que por mucha promesa de cielo
y de otra vida venidera tras esta,
una vez acabada
las cenizas en las que se convertirían,
o los despojos en que se momificaran
no harían justicia a los esfuerzos,
proyectados y fracasados
por los que la historia les juzgaría.
Se erigieron en dioses
y en enormes monumentos se cincelaron
y por aquí y por allí la memoria
les dejaría constancia con variedad artística
bien pétreo mármol, metal o construcción
de sus grandezas inmortales
adquiridas por los esfuerzos en vida
tras asumir tan colosales ambiciones.
Pero ha pasado el tiempo
y los miramos con ojos de tiranos
intentando comprender los porqués
de tanta arrogancia e inconsciencia
para llevar a cabo tales o cuales evidencias
por las cuales
ahora son recordados.
Unos mandaban por diversión
otros por ambicionar posición
cuando no por mera rebelión
oprimiendo al pueblo con el miedo
para ser vistos con ojos de dioses
obligando a inclinarse al mundo
porque desde abajo
todo parece más grande.
Pero ahora son meros cueros sin curtir
o elogiamos al majestuoso artista que lo talló
o nos sublimamos ante el sentir de quien lo escribió
porque esto es lo que queda de ellos
y si acaso,
decimos alegrarnos de haberlo descubierto
porque hasta nuestros días han llegado
y tras constatar su estado
ahí termina su eternidad.”
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Nota: solo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.