y no quiero que nadie lo vea
lo tengo escondido de las miradas
que desvelen su misterio,
cabe entre mis manos
pero está deseoso de ocuparlo todo
porque mis manos son pequeñas
y casi un injusto sitio donde vivir.
Para mirarlo, acerco mis ojos,
muy juntos a las manos
y abriendo una pequeña rendija
dejo que la luz penetre,
uno o dos rayitos, y me sonrío,
porque es bello y pleno
lo que me hace sentir
dándome fuerzas para continuar,
y luego, con cuidado,
lo guardo en mi bolsillo
donde siempre lo llevaré.
Así que camino por la vida
sabiendo que lo llevo conmigo
y que no a todos puedo mostrarlo
porque lo que para mí es tantose que no a todos se lo parecerá,
pero, ¡qué alegría me entra al verlo!
¡qué paz me inunda al guardarlo!
¿Por qué me habrá elegido a mi
este secreto?"
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